Ilargi tuvo que pasar por las mismas pruebas genéticas, y
los resultados no pudieron ser más devastadores. Ella también tiene la enfermedad de Batten CLN6. Su diagnóstico todavía nos parece imposible, ya que es una niña con un desarrollo completamente normal. Habla, se viste ella sola, en la escuela sigue el mismo ritmo que sus compañeros y su desarrollo nada tiene que ver con el de Hodei.
Después de recibir tan malas noticias nos vimos sumidos en un profundo y oscuro pozo, pensando que sería imposible reunir fuerzas para salir y tirar hacia adelante.
Pero ellos mismos, nuestros dos pequeños, son los que, con sus sonrisas, su alegría, sus besos y abrazos nos han hecho salir y volver aquí y ahora, donde la vida tiene más valor que nunca. Ellos nos han hecho cambiar la forma de ver la vida, viviendo cada día con la máxima intensidad.
Hodei e Ilargi continuamente nos dan lecciones de vida con su ternura y sensibilidad, con sus ganas de vivir, de levantarse cada vez que se caen. Ellos nos enseñan a luchar, y eso es lo que haremos. Juntos. LUCHAR HASTA EL INFINITO Y MÁS ALLÁ.